martes, 1 de junio de 2010

Dos... Cientos!

Tenemos 200 años. Toda Latinoamérica tiene 200 años de historia de libertad e independencia. De nacimientos de patrias y de consolidación de derechos y constituciones propias. Tenemos tanta historia en 200 años como culturas en cada región, tenemos tanta hermosura en nuestras tierras como coraje en nuestros corazones. Somos una raza joven, que mira hacia delante y busca el progreso a pesar de las mil adversidades que se puedan encontrar en el camino. Somos rebeldes desde la conquista y revolucionarios por descendencia. Somos América Latina.

Desde México hasta la Patagonia Argentina, recorre un río que más que de agua, es de historia, sangre y patriotismo. También de momentos negros y oscuros que tiñen esa historia con tonos algo sombríos. Pero es lo que somos y lo q siempre hemos sido: pueblos indómitos con ganas de tener no tanto libre albedrío, sino la justa necesidad de verse mas que nunca unidos. Son 200 años de historias, 200 años de diferentes historias. Pero como pasa con las cosas increíbles, en nuestro caso se cruzan las paralelas.

Si la resistencia indígena otorgo valentía a corazones oprimidos, si la determinación de negros esclavos que entendían claramente sus derechos, si la emancipación de mentes inteligentes completaban una amalgama construida por los mejores orfebres del mundo: la naturaleza y el tiempo, no existía duda alguna de que soñar era posible para alcanzar el clímax de un pueblo gritando al unísono “LIBERTAD”. primeros rebeldes por manifestar sus ganas de dejar de ser oprimidos en su derecho innato de ser libres en una tierra soberana, todo continúa no muy lejos de esos ideales. Una América unida es mejor que un continente con más fronteras que enlaces.

Si todo empezó como un sueño, y con aquellos ideales, no fue dificil para mentes determinadas, cultas, rebeldes y capaces, como las de Bolívar y San Martín y muchos patriotas latinos más, ayudadas, claro, por su coraje, valentía y determinación, sazonado con un pizca de locura y delirios, no se hubiera logrado una emancipación, mucho menos una unión. No es por vanagloriar a estos interesantes sujetos, es solo que vamos a estar claros, sin un buen Comandante no se puede liberar a un pueblo.

Repasando un poco la historia y combinando con el presente, sin profundizar mucho por que no es mi fuerte, luego de las guerras de independencias latinas (1810 - 1830), sucedieron varios acontecimientos dentro del continente, entre países hermanos, por meras malas administraciones políticas y diplomáticas. La Guerra del Pacifico entre Peru, Boliva y Chile, quedando en este caso desfavorecido Bolivia perdiendo todo acceso legítimo al mar, la Triple Alianza de Argentina, Brasil y Uruguay para atacar al gobierno de Paraguay, dejando al pais casi destruido, los constantes enfrentamientos entre guerrillas, ya no estaban en nacimientos, para estos momentos ya estaban en pleno apogeo. Los recientes encuentros casi absurdos entre Colombia y Venezuela, Colombia y Ecuador, vemos que, irremediablemente, el nacimiento del movimiento populista latinoamericano, ese movimiento aun vigente que basa su discurso político en los “trabajadores y obreros” en “los descamisados” en esa gente q trabajo toda su vida y nunca logro ver un progreso, gente q se ve fácilmente convencida por el carisma de estos grandes oradores, menos que lideres, que profetizan un gobierno de todos y para todos cuando manejan a los países como si se tratara de una multinacional y no de velar por los intereses de absolutamente todos sus habitantes. Es, sin embargo ese populismo, desviación abstracta de un socialismo combinado con un capitalismo de estado bastante descarado, el justo y necesario para poder gobernar a un pueblo que además de rebelde, es capaz de demostrar, no solo a sus líderes, si no al mundo, que están disfrutando el momento así todo se este hundiendo en un pozo de brea. Por que somos latinos. Y por eso el populismo es perfecto para nosotros.

Y con el populismo a full, ¿que mejor momento q los 200 años de historia ancestral mas colorida q oscura para intentar de una vez por todas unir lo q siempre estuvo unido hasta q llegaron un par de blanquitos a decirnos que hacer, como vestir o en que creer?

Esta bastante entretenida la situación latinoamericana. Con varias organizaciones y uniones y tratados que de alguna manera buscan unir mas a la región y darle un poco mas de importancia, no solo al bloque, si no a todos los Latinoamericano. Claro, no es fácil como soplar o aprender una canción, pero son las ganas lo necesario, y hoy en día es lo que sobra.

Somos un pueblo joven, aun así un pueblo lleno y cargado de historias, culturas, amistades, enfrenamientos, tratados, festivales, juegos, amigos, hermanos. Y es increíble, a mi humilde parecer, como en 200 años hemos podido evolucionar de forma relativamente pacifica, abogando mas por esos ideales que nos hicieron conquistar nuestra soberanía como región, que por el egoísmo y la colonización e imposición de ideas y culturas. Somos un pueblo que comparte. Q sonríe con la sonrisa de cualquier inmigrante. Que prefiere aprender otros idiomas por el nuestro no hace falta aprenderlo, somos todos los latinos que hablemos el español, con diferente acento. Estamos unidos por historias e ideales. Y hoy mas que nunca es posible y probable que la unión del bloque se haga, no de forma económica o estratégica (obvio q va por ese lado), pero que tenga como consigna subir y estimar aun mas el valor de Latinoamérica.

Estamos aun en nuestra edad media. La otra mitad del mundo se mataban entre ellos cuando tenían apenas 200 años. Nosotros en 200 años hemos cultivado más historias y momentos buenos que cualquier imperio vasto que en la tierra se haya impuesto. Tenemos sangre en nuestra tierra, si, sangre de aborígenes y de negros, blancos y mulatos, que lucharon todos por la confianza de que vivir en libertad era vivir en armonía, sin que nadie de afuera nos imponga nada, que nosotros mismos construyamos nuestros sueños.

Es el momento de empezar a unir más a Latinoamérica. Que se guarden rencores, que se olviden penas, que se empiece a pensar que en en continente no existen fronteras. Desde los Mayas hasta los Incas, desde los Yanomami hasta los Comechingones, desde los negros de África que lucharon por estas tierras, por los blancos criollos y todos esos que supieron tener mente y cojones para llevar a cabo los sueños e ilusiones. Es el momento de creer que la unión no solo hace la fuerza, sino que la fuerza se encuentra en el querer progresar todos juntos, o quedarnos estancados esperando por alguno, por que siempre existe alguno. Pero es juntos. O ninguno. No puede existir una América débil que unida sería una potencia cultural y política del mundo.

Creo en la unión, mucho más creo en la necesidad urgente de discutir problemas, arreglarse y pensar como un bloque y no como entes financieros. Si antes se gritaba LIBERTAD … UNION es el grito de guerra de esta latina sociedad.

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